El tratamiento tradicional para combatir los abscesos, furúnculos y granos con formación de pus suele ser doble. Externamente se aplican cataplasmas o compresas sobre la parte afectada para acelerar su maduración, y al mismo tiempo, se trata de llevar a cabo una depuración de la sangre, comúnmente con la ayuda de hierbas.
2._ Cataplasma de Linaza: En cuanto aparezcan los primeros síntomas indicando que va a formarse un absceso, se aplicará una cataplasma con harina de linaza y malvas cocidas. Este cocimiento de malvas y harina también sirve para calmar el dolor y curar cualquier tipo de inflamación cutánea, ya sea por contusiones o reumatismos.
3._ Chumbera: Los indios del norte de México se ponen sobre el absceso una penca de nopal (chumbera) partida por la mitad y calentada al fuego.
La gran cantidad de jugos contenidos en el nopal reblandecen de manera rápida la piel ayudando a la maduración del absceso.
5._ Hierbas: Durante y después de la curación total del absceso, se deberá tomar una infusión de alguna o varias de las siguientes yerbas: Achicoria, diente de león, sanguinaria o zarzaparrilla. También es conveniente comer apios y berros abundantemente ya que ambos son depurativos.